Se dice que en el amor, lo fácil aburre y que lo difícil atrae. Cuando de los hombres se trata, hay que recordar que son cazadores por naturaleza, por eso las mujeres para seguirles el juego, deben dejar que sea él, quien las busque y se esfuerce por conquistarles. De lo contrario, si es ella la que siempre lo busca, lo invita a salir, le deja mensajes y a todo le dice que sí, al principio puede que esten muy contento, pero con el tiempo, puede que se aburra y que pierda el interés, porque ya no implica ningún reto.
No quiero decir con esto, que se pueden tener atenciones con ellos siempre y cuando sean como respuesta a su iniciativa; por ejemplo, si te envía un mensaje, responderlo a manera de cortesía y agradecimiento. No al revés, que sin recibir nada, la mujer esté llame y llame o enviando mensajes, eso es muy ansioso y refleja desesperación e inseguridad en la mujer.
Para las que están casadas, como saben, después de los primeros años de matrimonio es difícil que el esposo siga con el mismo ritmo de conquista que al principio, pero eso no impide que se mantenga interesado en su esposa, y una de las maneras de enamorarlo es mostrarle tu lado seductor, también hacer frente a sus necesidades emocionales e intelectuales, y apoyarlo en las espirituales, así como hacerlo sentir admirado y respetado en su hogar.
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